La decisión de derribar la ley que ampara esta práctica no fue tomada por unanimidad, fueron seis votos a favor y cinco en contra.
Entre los magistrados contrarios a las "vaquejadas" está la presidenta del Supremo, Carmen Lúcia.
"Son manifestaciones extremadamente agresivas contra los animales. Siempre habrá quien diga que es una actividad que viene de lejos y forma parte de la cultura de nuestro pueblo, pero las culturas también cambian", aseguró para justificar su voto.
Según la Asociación Brasileña de Vaquejadas se celebran cada año 4.000 pruebas de este tipo en la región Nordeste.
Los estados de Pernambuco y Ceará dominan la tradición, con 700 pruebas cada uno y premios que pueden llegar a los 300.000 reales (93.000 dólares).
En el estado de Bahía, por ejemplo, es obligatorio donar el 2% de la recaudación de estos eventos a fondos de protección de los animales.
La decisión del Supremo —la máxima instancia jurídica del país— abre la puerta para que estos movimientos animalistas consigan que estas prácticas queden fuera de la ley no solo en Ceará, sino en el resto de estados del país.