El programa está adscrito al Ministerio de Desarrollo Social y Agrario y contará con un presupuesto inicial de 300 millones de reales (92 millones de dólares), según explicaron este miércoles sus responsables en una ceremonia en el Palacio del Planalto.
Los niños beneficiados serán los mismos cuyas familias reciben las ayudas económicas del "Bolsa Familia", pero el programa "Niño Feliz" no consiste en aportes monetarios.
También se espera que sirva para detectar casos de bebés que se encuentren en riesgo de violencia.
El gobierno prevé que se vean beneficiados cuatro millones de niños de todo Brasil antes de que termine 2018.
La adhesión de los municipios al programa es voluntaria, pero el gobierno espera que al menos los nueve estados y 95 municipios que ya cuentan con iniciativas similares se unan al sistema.
Para coordinar los trabajos con las otras administraciones Marcela Temer tendrá un despacho en la tercera planta del Palacio del Planalto —el mismo en el que trabaja el presidente— y no cobrará por su trabajo.
"Mi trabajo será voluntario para sensibilizar y movilizar a sectores de la sociedad (…) Esto es lo que la gente espera de nosotros: compromiso en el presente para que el futuro sea mejor"; dijo en la presentación del proyecto.