Se beneficiarán de la subida 13,8 millones de personas y con el aumento el Gobierno pasará de gastar 2.200 millones de reales a 2.500 millones (8771,6 millones de dólares).
Temer ha asegurado en rueda de prensa que el aumento está plenamente justificado a pesar de la grave crisis que atraviesa el país. "Mientras haya extrema pobreza es necesario tener programas de esta naturaleza", ha dicho.
Sin embargo, tanto él como sus ministros han incidido en que el Bolsa Familia no debe ser "para toda la vida" y han subrayado la necesidad de llevar a cabo políticas de emancipación y estímulo al empleo para no generar una dependencia del programa.
El pasado mes de mayo, poco antes de ser apartada temporalmente de su cargo la presidenta Dilma Rousseff prometió que aumentaría un 9% la dotación al programa, algo que nunca se llegó a cumplir puesto que vio interrumpido su mandato.
El PT alertó de que una eventual llegada de Temer al poder implicaría el recorte de este programa, uno de los principales factores para que Brasil consiguiera sacar a 36 millones de personas de la miseria en los últimos años, según datos del Banco Mundial.