El encuentro con Erdogan tendrá lugar en un momento de máxima gravedad por la situación que atraviesa Oriente Próximo, destrozado por las guerras.
Se prevé que la agenda del encuentro aborde los problemas actuales en Siria, el gasoducto Turk Stream, la central nuclear de Akkuyu, así como cuestiones relativas a la cooperación bilateral en los campos del turismo y el comercio.
"Estoy convencido de que los acuerdos, que pueden ser alcanzados entre Moscú y Ankara en el marco de las próximas negociaciones, serán determinantes para el futuro de este país", insistió Sensoy.
El analista planteó que Teherán también debe participar en el proceso, a la vez que convencer a Occidente sobre la inutilidad de los planes que persigue en Oriente Próximo.
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Se sabe bien que Occidente está interesado en la preservación del estado de crisis en la región, manifestó el politólogo, porque considera que esto le permitirá influir y, en cierta medida, manipular en su propio beneficio los procesos que allí suceden. Sensoy enfatiza, no obstante, que Occidente "se equivoca profundamente en este sentido".
El analista puso de relieve que los países occidentales buscan preservar "el caos [presuntamente] controlado" en Siria, y, según explicitó, "Moscú, Ankara y Teherán son capaces de entorpecer los planes de Occidente y contribuir a la solución siria".
Al margen del encuentro con Erdogan, Putin también asistirá al Congreso Mundial de la Energía en el transcurso de su visita oficial al país otomano.