La obra de Mettan, "Rusofobia, mil años de desconfianza", ya fue publicada en Suiza, Rusia e Italia y pronto llegará a EEUU y otros países. El autor compartió con Sputnik los momentos más destacados del fenómeno de la rusofobia y vinculó la evidencia histórica con la actualidad.
La génesis del fenómeno
"Por sorprendente que sea, la rusofobia es anterior que la misma Rusia. Empezó con la división el Imperio Romano en la parte Occidental y Oriental, y, por supuesto, con la división religiosa entre los católicos y ortodoxos", afirma Mettan.
La fase contemporánea de la rusofobia comenzó a finales del siglo XVIII, cuando el 'gabinete en la sombra' de Luis XV creó un falso 'Testamento de Pedro el Grande', donde el monarca ruso supuestamente legó a sus descendientes que "conquistaran Occidente".
Esta falsificación fue publicada por Napoleón en 1812 para justificar su invasión a Rusia, afirma el historiador. Posteriormente los ingleses tradujeron el documento y lo utilizaron en la guerra de Crimea de 1853. Solo a finales del siglo XIX —tras decenas de años de odio- el 'testamento' fue desmentido.
La historia se repite en la actualidad
Para los medios occidentales, Rusia sigue siendo 'una amenaza', mientras dos ideas preconcebidas se mantienen.
"Occidente siempre representa 'las fuerzas del Bien': los valores comunes, la democracia, la libertad etc., y Rusia, por su parte, 'promueve' la autocracia, el nacionalismo y el rechazo a la libertad personal", enumera el autor.
En este sentido, los periodistas occidentales se comportan no como profesionales de la información, sino como directores del cine, que ya tienen establecido un guion en que los países occidentales son 'buenos' y Rusia es 'mala'.
"Este tipo de manipulación de la conciencia es la base del contenido mediático en Occidente", concluyó el historiador.