"Nuestra tarea es hacer todo lo posible para que la ayuda humanitaria continúe suministrándose, independientemente del éxito o fracaso de las negociaciones pacíficas, por lo menos es necesario que se respeten las leyes de la guerra y esperamos que sea así", dijo Hofman.
El 3 de octubre, el Departamento de Estado de EEUU anunció que Washington suspende el diálogo con Moscú acerca de un alto el fuego en Siria, aunque mantendrá los canales de comunicación militares para prevenir incidentes entre sus aviones que llevan a cabo misiones antiterroristas en el cielo de Siria.
En declaraciones a esta agencia, Hofman dijo, además, que su organización espera que se adopten medidas concretas para poner fin a los ataques contra hospitales en las zonas de conflicto.
"Queremos ver medidas concretas de aquellas personas que bombardean los hospitales, un gran número de ellas son del Consejo de Seguridad de la ONU", dijo Hofman al mencionar que cuatro de los cinco representantes permanentes del Consejo de Seguridad de momento están implicados en los conflictos en Afganistán, Yemen o Siria.
Afirmó que "Rusia, EEUU, Francia y el Reino Unido tienen aviones en el aire que lanzan bombas".
"Estos países siguen diciendo que no bombardean los hospitales, mientras que los hospitales se ven bombardeados", declaró.
En particular, Hofman reiteró que la MSF espera una investigación independiente del ataque contra su hospital en la ciudad afgana de Kunduz, lanzada en octubre de 2015.
"Queremos una investigación independiente, porque es muy probable que nos proporcione respuestas, porque las personas que investigan errores generalmente no son las mejores personas para revelar la verdad, buscamos los hechos, pero de momento nadie lleva a cabo esta investigación (independiente)", afirmó Hofman.
"La cuestión principal es por qué el hospital fue atacado, sea por error o no, tenía el estatus de protegido pero por alguna razón lo perdió", dijo.
Agregó que mientras la organización sigue sin saber las causas del ataque no puede enviar a su misión a Kunduz.
En octubre de 2015 el hospital de MSF en el noroeste de Afganistán fue bombardeado por aviones de la OTAN, en el recinto se encontraban en aquel momento unas 200 personas.
MSF calificó el ataque como "cruel y despiadado" y exigió una investigación internacional que no tuvo lugar.