"Expresamos la esperanza de que el Grupo Conjunto de Investigaciones (JIT por sus siglas en inglés), en el marco de sus competencias, dé una valoración calificada al hecho de que Ucrania no cerrase su espacio aéreo como uno de los principales motivos de la tragedia acontecida", señaló el documento.
Rusia exige a La Haya a examinar atentamente los datos de radares.
Además, la Cancillería rusa denunció la presion sobre Rusia y la comunidad internacional por parte del equipo internacional de investigación.
"Especialmente notamos la perniciosa presión sobre Rusia y la comunidad internacional para que cierren los ojos a los numerosos defectos en el trabajo del JIT y para que reconozca como verdaderas e indiscutibles sus conclusiones", dice el comunicado.
La Cancillería rusa indica que Rusia tiene "motivos fundados para dudar de que las conclusiones presentadas por el grupo de investigación conjunto son imparciales, fiables y neutrales".
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El 17 de julio de 2014, un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil del sistema Buk cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania.
Ambas partes del conflicto en el este de Ucrania siguen cruzando acusaciones al afirmar que no disponían de armas capaces de derribar el Boeing malasio.
El grupo de investigación conjunto integrado por expertos de Australia, Bélgica, Países Bajos, Malasia y Ucrania concluyó en su informe del 28 de septiembre que el Boeing 777 de Malaysia Airlines fue derribado en julio de 2014 por un sistema de misiles tierra-aire Buk supuestamente transportado de Rusia a un área bajo control de las milicias de Donbás y, al poco tiempo, devuelto a territorio ruso.