Los llamados Shade Balls (o bolas de sombra) son esferas huecas de 10 centímetros de diámetro, fabricadas en polietileno negro.
Por primera vez se lanzaron al embalse californiano en 2008, después de que se descubriera la presencia de bromatos en el agua. Los bromatos son compuestos químicos cancerígenos capaces de contaminar el agua potable, sobre todo, si esta se ve afectada por la luz solar.
Así, para evitar que el sol penetrara las aguas del embalse, las autoridades consideraron construir un 'techo' sobre la superficie, pero el proyectó resultó demasiado caro. Por esto, los gerentes decidieron probar otro enfoque: cubrirlo con las bolas que lograron cumplir la tarea a una fracción del coste de la construcción del techo mencionado.
Posteriormente se reveló que además de evitar la contaminación por bromatos, la capa de bolas resultó ser capaz de proteger el agua y limitar su evaporación, algo que tiene mucha importancia para un estado frecuentemente azotado por sequías.