"En este momento la única autoridad que existe en el PSOE es la presidenta del Comité Federal que, les guste o no a algunos, soy yo, porque me eligieron mis compañeros y compañeras del Comité Federal", señaló Verónica Pérez.
La brecha en el partido tiene su origen en las divergencia internas sobre la estrategia a seguir en las negociaciones para formar Gobierno, una crisis agudizada por los recientes fracasos electorales tanto a nivel nacional y autonómico.
Los sectores contrarios a Sánchez mantienen que el PSOE debe dejar gobernar al Partido Popular mientras que sus seguidores coinciden con el secretario general en que se debe intentar buscar pactos con otros partidos para formar un Gobierno alternativo a Rajoy.
La intención de los 17 dimisionarios era hacer caer a Pedro Sánchez en base a una interpretación de los estatutos según la cual, si "la mitad más uno" de los miembros de la ejecutiva dimiten, el órgano directivo se disuelve y el secretario general pierde el poder.
Sin embargo, los partidarios de Sánchez consideran que el único órgano competente para disolver cualquier órgano del PSOE es la propia Comisión Ejecutiva Federal.
Los críticos consideran que el Comité Federal que preside Verónica Pérez, el máximo órgano del partido entre congresos, debe convocar un Congreso extraordinario para la elección de un nuevo Comisión Ejecutiva Federal, el máximo órgano de dirección ordinario del PSOE.
Sin embargo, desde la secretaría de organización del partido se ha considerado "nula a todos los efectos" la petición de Pérez al entender que es una convocatoria "unilateral" contraria a la normativa.
El reglamento del partido dice que este órgano solo puede ser convocado por el secretario de la comisión de garantías o su presidenta, pero ninguno de ellos lo ha hecho.