El negocio incluye el traspaso de la embarcación Sea Launch Commander, de la plataforma Odyssey y de los equipamientos necesarios para el lanzamiento de cohetes, así como las instalaciones ubicadas en tierra, en el puerto de Long Beach, EEUU, y la marca Sea Launch. El valor total de la transacción es, por ahora, desconocido.
Se espera que el complejo espacial empiece a realizar lanzamientos un año y medio después de que se cierre la operación de compra, que todavía debe pasar por algunos procesos de aprobación. Es decir que aproximadamente a finales de 2018 podría estar operativo.
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El consorcio internacional Sea Launch, con sede en Nyon, Suiza, fue creado en 1995. El cosmódromo Sea Launch, destinado a realizar lanzamientos comerciales con la ayuda de cohetes Zenit-3SL desde una plataforma instalada en el Pacífico, ha estado inactivo por dos años.