"Definitivamente confío que las firmes relaciones entre EEUU y Arabia Saudí superarán esto, ya veremos", declaró el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Anteriormente el Congreso aprobó una ley que permite a los descendientes de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre presentar demandas jurídicas a Arabia Saudí, país al cual pertenecía la mayoría de los terroristas responsables de los ataques.
El presidente de EEUU, Barack Obama, impuso la semana pasada su veto al proyecto de ley aprobado por el Congreso, pero el Senado y la Cámara de Representantes se impusieron por gran mayoría a esta medida; se trata del primer caso de rechazo de un veto por parte del Congreso durante la presidencia actual.
Kirby señaló que la decisión del Congreso causa "serias preocupaciones" al Departamento de Estado, ya que puede poner en peligro "no solo a los diplomáticos y militares estadounidenses, sino a las compañías norteamericanas que trabajan en el extranjero".
Anteriormente la administración de Obama declaró que EEUU "está preocupado respecto a cómo esta ley incidirá en nuestra situación en el mundo", y sobre las posibles acciones.