"Presiento que hay diferentes grupos que hacen este tipos de obras, pero aún no se han abierto sus laboratorios", dijo el biólogo Paul Knoepfler de la Universidad de California citado por Science News.
El biólogo sueco Fredrik Lanner permitió a los reporteros presenciar cómo los investigadores de su laboratorio inyectaron un modificador de genes llamado CRISPR/Cas9 a embriones en fases iniciales de su desarrollo que sobran después de una fertilización in vitro.
El modificador en cuestión son 'tijeras' moleculares dobles que consisten en una proteína que corta el ADN llamado Cas9 y una pieza corta de ARN que dirige la proteína al gen que los científicos quieren cortar. La tecnología permite ya a los científicos hacer incisiones exactas en el ADN con facilidad, lo que era bastante complicado anteriormente.
"Con estos experimentos se puede ganar considerable atención, de la misma manera que la luz atrae a las polillas. Habrá gente que lo considerará irresistible y lo hará, sea científicamente justificado o no", dijo el biólogo Chad Cowan de la Universidad de Harward.
Suecia y otros países precisan una justificación y una supervisión ética para hacer este tipo de estudios, agrega.
Lanner realiza un estudio básico para saber más sobre el desarrollo de los embriones primitivos, para diseñar nuevos tratamientos para la infertilidad, prevenir abortos espontáneos y obtener más información sobre células madre.
La cumbre internacional sobre la modificación de genes el año pasado recomendó que este tipo de estudios fundamentales se realizara cada vez que haya una justificación adecuada.
Pero a muchos les preocupa que estos estudios pueden allanar el camino para 'diseñar' bebés y alterar para siempre el patrimonio genético de la humanidad.