El Sukhoi Su-35 —el caza de la generación 4++— constituye una plataforma donde están ya insertas las novedades tecnológicas diseñadas para el avión de quinta generación T-50. Al mismo tiempo, se construye tomando como modelo el Su-27, que es el mejor avión de la generación 4. Este puente entre pasado y futuro permite que el caza, que posee todas las características del avión de quinta generación, excluyendo la invisibilidad para los radares, sea mucho más económico. Un ejemplo ilustrativo es el hecho de que China ya haya adquirido 24 aeronaves de este modelo.
En cuanto a su aspecto, el avión se parece mucho a su predecesor, el Su-27. No obstante, el nuevo tiene mayor peso —38.800 frente a los 33.000 kg, respectivamente—, lo que permite aumentar su vida y carga útil.
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Cabe subrayar también que, gracias a las tecnologías de quinta generación, se logró incrementar el empuje máximo un 16%, consiguiendo una mayor maniobrabilidad y velocidad.
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La tripulación del Su-35 se reduce a tan solo un piloto, lo que ha sido posible gracias a un alto nivel de automatización. De hecho, puede considerarse una aeronave no tripulada, ya que el piloto solo elige el régimen del vuelo y toma decisiones a la hora de utilizar armas. El sistema de la nave hace lo demás: maneja el avión a lo largo de la ruta y hasta decide qué maniobra realizar en el combate.
Teniendo en cuenta todo lo mencionado anteriormente, se puede concluir que hay muchas ventajas del Su-35 en relación con otros cazas. No obstante, lo más relevante es que el Su-35 es un avión polivalente y puede destruir todos los objetivos aéreos y terrestres tanto en largas distancias como en el combate 'cuerpo a cuerpo' gracias a su fabulosa maniobrabilidad.