Se espera que este año se produzcan unas 64 toneladas métricas de trigo, con el total de la cosecha de grano de entre 113 y 116 millones de toneladas.
De tal modo, Rusia superará su propio récord de 2008, cuando los granjeros rusos lograron cosechar 108,2 millones de toneladas de cereales. Además, más de 40 millones de toneladas de grano —en comparación con 32 millones de toneladas el año pasado— se exportarán al extranjero.
Según varios oficiales, el sector agroindustrial podría ayudar a Rusia a liberarse de la dependencia de las exportaciones de petróleo y gas y reducir los efectos de las sanciones occidentales. Anteriormente, los analistas declararon que para la economía de Rusia, el sector agricultor ya superó las exportaciones de armas rusas. Además, el ministro de Agricultura, Alexandr Tkachev, afirmó que para el 2030, Rusia será capaz de cosechar unos 130 millones de toneladas de grano anualmente.
El 21 de septiembre, el exalcalde de Moscú y —actualmente— granjero y apicultor, Yuri Luzhkov, afirmó que considera el renacimiento de la agricultura de Rusia como un "buen paso". Subrayó que esta etapa en la historia del país también tiene una importancia filosófica, ya que el trabajo en el campo "nos vuelve a nuestros orígenes y nuestra identidad, plantada en las profundidades de nuestro pueblo, cerca de nuestra tierra".
De acuerdo con el diputado ruso Vladímir Kashin, "la seguridad del país empieza en la aldea". Durante la política económica liberal llevada a cabo en los años 1990 por Yegor Gaidar y Anatoli Chubáis, la agricultura se consideraba un "agujero negro" del presupuesto nacional. Actualmente —y en particular debido a las sanciones antirrusas tras la reunificación del país con Crimea— Rusia tiene una buena oportunidad de convertirse en una superpotencia agrícola.
"Además de las exportaciones de granos, ya nos acercamos al liderazgo como mayor exportador de carne de cerdo y ave, y posteriormente, de verduras", comentó en una entrevista al portal Svobódnaya Pressa. Subrayó que "los programas estatales de sustitución de importaciones introducidos en 2015, beneficiaron de manera significativa a los granjeros rusos". Según la experta, el recurso clave de la agricultura rusa son "las tierras agrícolas, las que todavía no se usan a su máximo potencial", lo que puede solucionarse con el uso de las tecnologías modernas.
En lo que respecta a la posibilidad de que la agricultura rusa sería capaz de competir con la industria del petróleo, detalló que "en cualquier caso, tarde o temprano, tendremos que alejarnos de la dependencia de materias primas". Según varios expertos, la situación en el mercado del petróleo seguirá siendo complicada durante un tiempo muy largo, y los precios bajos del crudo "obligarán [a Rusia] a buscar otras fuentes de ingresos".
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Por lo pronto y aun cuando Rusia no pueda sustituir con las exportaciones del grano los ingresos generados por los hidrocarburos, podrá —por lo menos— contar con la seguridad alimentaria.