"Primero hay que reconocer la dinámica natural en la extinción de las especies. Algunas aparecen y otras desaparecen, incluso están las que se transforman en otra. A lo largo de la historia hubo cerca de 20 extinciones masivas. Cinco de ellas son las más importantes. Tal vez la más conocida sea la de los dinosaurios", dijo a Sputnik Enrique González, integrante de Vida Silvestre Uruguay y encargado de mamíferos del Museo Nacional de Historia Natural.
"Sin embargo, en la actualidad está ocurriendo un fenómeno que se llama crisis global de la diversidad biológica, o la sexta extinción. Esto provocó la aceleración en las tasas naturales de extinción de especies y tiene que ver con la acción directa o indirecta del ser humano", explicó González.
Otras especies mueren por el cambio climático, como la ballena azul, que debido al calentamiento global y la acidificación de los océanos que afectan la tasa de reproducción del kril, su alimento, están en riesgo. Lo mismo sucede con la tortuga verde. Las temperaturas cálidas promueven el desarrollo de tortugas hembra. Esto provocó un fuerte impacto en la composición de su población, según publicó Vida Silvestre Argentina.
Otro factor importante de extinción es la modificación, eliminación y fragmentación de hábitat. "Un ejemplo de esto lo encontramos con el avance de los cultivos donde se han colonizado grandes áreas de campo natural para introducir el monocultivo de soja. En Uruguay tenemos el caso de la forestación con especies exóticas como el eucalipto", dijo González.
"Todos estos factores juntos, la cacería, la introducción de especies exóticas, la modificación de hábitat, la introducción de animales y parásitos, produce que las poblaciones de algunas especies colapsen. Por todos estos motivos, en algunas partes de la región están en peligro de extinción el jaguar, el pecarí de collar, el oso hormiguero grande y el venado de campo", concluyó el especialista.