Jund al Aqsa controla la ciudad de Maardes, punto estratégico en la carretera que une Damasco y Alepo, e impide el abastecimiento tanto de las tropas sirias como de los civiles de Alepo desde hace dos años.
Inicialmente, el grupo Jund al Aqsa se componía de "luchadores por la fe" de origen no sirio, formado y financiado por Arabia Saudí, explica el autor del artículo. Tal vez a eso se debe la lealtad a este grupo por parte de EEUU y la coalición, que no reaccionó a las atrocidades del grupo. Hasta hoy día, las fuentes en inglés siguen reduciendo el número de los torturados en Maan —según los datos estadounidenses, allí mataron solo a 21 personas, de los cuales solo la mitad eran mujeres y niños—.
En otoño de 2015 el grupo se declaró parte de Al Qaeda, e incluso se disculpó por haber combatido varias veces contra Daesh, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países.
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EEUU calificó a Jund al Aqsa como una organización terrorista solo hace unos días, el 20 de septiembre, es decir, después de que el grupo atacara Hama, y dos años más tarde de la masacre de Maan.
Incluso fuentes estadounidenses reconocen que Jund al Aqsa desde hace mucho tiempo utiliza cantidades enormes de aviones no tripulados tanto como para reconocimiento, como para combate.
"¿Dónde los consiguen un grupo pequeño y aislado de los canales principales de suministro? Es un misterio". Estos drones no son los más avanzados, pero adecuados para un bombardeo, señala el columnista.
Si el Ejército sirio logra derrotar a Jund al Aqsa y tomar Maardes, el problema del suministro de Alepo por la carretera principal será resuelto muy rápido.
Además, la documentación de este grupo será podría revelar una gran cantidad de cosas interesantes, especialmente, respecto a los aviones no tripulados, concluye el periodista.