Además, subrayó que "la permanencia de Bashar Asad en el poder hace imposible la resolución del conflicto armado y el restablecimiento de la paz en Siria".
A este respecto, el politólogo de la Universidad de Damasco, Mehmet Yuva, considera que Turquía no debería pasarse de la raya roja en Siria si quiere mantener su influencia en la zona del conflicto y no estropear sus relaciones con Moscú.
Según el experto, la presencia militar de las Fuerzas Armadas turcas en los territorios ubicados al norte del río Éufrates hasta la ciudad de Azaz no preocupa mucho al Kremlin.
Además, las autoridades turcas todavía no han demostrado querer mejorar el diálogo con el Gobierno sirio y resolver la crisis en el país árabe.
"Ankara no tiene que olvidar que le debe su presencia militar en Siria ante todo a Moscú, que decidió no poner obstáculos a la implementación de su ofensiva en Yarabulus", afirma el analista a Sputnik.
La ofensiva de Yarabulus, denominada Escudo del Éufrates, es una operación militar que Turquía lidera en Siria para poder salvaguardar sus territorios fronterizos y liberar la región de los terroristas de Daesh y de otras organizaciones extremistas.
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