La operación es de gran importancia para Petrobras, ya que corresponde al 35% del objetivo marcado en el Plan de Desinversiones previsto 2015-2016, según informó la petrolera en un comunicado.
Es la segunda mayor venta de activos tras la venta del 66% del campo de Carcará, en la zona de Santos (frente al litoral de São Paulo) a Statoil; en total Petrobras ya ha conseguido recaudar 9.700 millones de dólares con este tipo de ventas.
En el plan de negocios 2017-2021 que Petrobras presentó esta semana aumentó considerablemente el objetivo de desinversiones y pretende recaudar unos 19.500 millones de dólares con ventas en el periodo 2017-2018.
Petrobras es la principal empresa brasileña y está en el centro de la trama corrupta que durante años esquilmó buena parte de sus arcas y ahuyentó a los inversores, lo que agrandó aún más su deuda.
En la actualidad el gobierno de Michel Temer apoya una medida en el Congreso Nacional para eliminar la obligatoriedad de que Petrobras esté presente en los contratos de explotación del presal, lo que los más críticos ven como una forma de entregar el petróleo brasileño a multinacionales extranjeras.