Las manifestaciones forman parte del "Día Nacional de la Paralización y Movilización de las Categorías" y pretende llamar la atención contra la pérdida de derechos laborales y la reforma del sistema de pensiones que está preparando el nuevo Ejecutivo del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), de centro-derecha.
Los actos también cuentan con el apoyo de los movimientos sociales Frente Brasil Popular y Povo sem Medo, que están ligados al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
La protesta más numerosa se produjo en la ciudad de Sorocaba (São Paulo), donde según la organización de reunieron 7.000 personas.
Las manifestaciones contra Temer llegaron a su punto álgido poco después de que asumiera el cargo después de que se consumara de manera definitiva la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, el pasado 31 de agosto, pero desde entonces está bajando considerablemente su afluencia.