El 21 de septiembre de 1976 un agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta de Pinochet, hizo estallar una bomba en el auto de Letelier, quien iba acompañado por Ronnie Moffit, una ciudadana estadounidense. Ambos murieron. Este crimen fue el primer acto terrorista de un Estado en suelo estadunidense.
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"El mensaje que buscaban mandar era que nunca se iba a estar libre del terrorismo de Estado en el que habían sumido al país. Por eso lo hacían. Ni aun en el exilio, ni aun denunciando públicamente los crímenes en otro país, ellos iban a parar su mano terrorífica de asesinatos", declaró Matus, también militante comunista y dirigente sindical que luchó contra la dictadura (1973-1990). El régimen pinochetista asesinó a su marido, el militante comunista Felipe Rivera.
Matus, a su vez, destacó la diferencia de los procesos judiciales contra los perpetradores de los crímenes en los distintos países del Cono Sur: "el proceso de Orlando Letelier se cerró. Algunos de los asesinos están en Punta Peuco, una cárcel especial para los victimarios que no es precisamente de seguridad, más bien de comodidad. Algunos quedaron con penas reducidas y hoy se van a dormir tranquilamente a sus casas. En este país no ocurre como en Argentina, donde el dictador murió en una cárcel común. Aquí, nuestro dictador murió tranquilo en su casa y los torturadores siguen en cárceles especiales".
"Para nosotros [AFEP] todos los crímenes cometidos tienen que ser investigados. Queremos que haya condenas fuertes. Todas las muertes tienen el mismo valor. Por eso, en la conmemoración de este asesinato rendimos un homenaje a todos los hombres y mujeres que fueron víctimas del terrorismo de Estado. Todos ellos resistieron la dictadura. Son nuestros héroes y heroínas", concluyó la militante comunista.