"Por ahora no tenemos una visión global de lo que pasó, pero se ha tomado la decisión de que todas las operaciones humanitarias de convoyes sobre el terreno quedan suspendidas por el momento", ha afirmado en rueda de prensa el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), Jens Laerke.
El portavoz agregó que la organización reiniciará el envío de caravanas humanitarias en cuanto pueda hacerlo de forma segura.
El convoy de turno, según Laerke, está ahora en la frontera turco-siria y proseguirá a Alepo apenas lo permita la situación de seguridad.
El lunes, 19 de septiembre, fue bombardeado un convoy humanitario de la ONU enviado a la provincia de Alepo para más de 160.000 personas.
Los envíos incluyeron harina, agua potable y filtros de agua, medicamentos y alimentos para los residentes de las localidades de Orem (Alepo) y Talbiseh (Homs). A consecuencia del ataque, 18 de los 31 camiones fueron destruidos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) calificó el ataque de flagrante violación del derecho humanitario internacional y advirtió que afectaría el trabajo de las ONG en Siria.
Un alto cargo de la Cruz Roja dijo que las operaciones previstas en cuatro ciudades de Siria se posponen para evaluar las condiciones de seguridad.