Temer sumó a los 8.800 ciudadanos extranjeros que gozan de estatus de refugiados en Brasil las 85.000 visas humanitarias concedidas a haitianos desde 2010, explicó el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes.
"La confusión del presidente y del ministro con esas dos categorías distintas es inadmisible", dijo la directora de programas de Conectas, Juana Kweitel, en un comunicado enviado a esta agencia.
Pero esa visa solo da derecho a ingresar a Brasil y no asegura la posterior concesión del estatus de refugiado.
"No hay indicios de que el Planalto (sede del Gobierno) esté trabajando para construir políticas concretas para recibir un mayor número de refugiados o incluso para incluir a los haitianos que llegan en un sistema de protección más accesible y robusto, como el del refugio", comentó Kweitel.
Según la activista, muchos haitianos siguen ingresando a Brasil en forma precaria y buscando por su cuenta las vías para conseguir documentos, trabajo y acceso a servicios sociales.
En cumplimiento de la Convención Internacional sobre el Estatuto de los Refugiados el Comité Nacional para los Refugiados (Conare) de Brasil reconoce como tal "al individuo que, por un temor fundado a ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social específica u opinión política, se encuentre fuera de su país de nacionalidad" y no pueda retornar a él.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil sostiene que hay 8.800 personas con estatus de refugiadas viviendo en este país de 200 millones de habitantes.
Para no encuadrar a los haitianos en esa categoría, las autoridades adoptaron en 2012 una política de visa humanitaria que hace más fácil el ingreso al país y que ha beneficiado a 85.000 personas procedentes de Haití.
El ministro Moraes dijo en rueda de prensa que "sería discriminatorio excluir a los haitianos de la posibilidad de ser tratados como refugiados solo porque son de América Latina y no de otras regiones del mundo".
Pero, señala Conectas, el Conare no concede refugio a los haitianos que ingresan con visa humanitaria, al contrario de lo que dice el ministro de Justicia.