"Lo que pasa con las pelotas que caen al agua es que se van juntando. Alguien las tiene que sacar", dijo a Sputnik Daniel Barreiro, quien, junto a César, fusionaron sus dos pasiones: el golf y el buceo. Estos hermanos retirados rescatan pelotitas en el Club de Golf de Punta Carretas y en el de La Tahona desde hace siete años. Lo hacen por afición, para dar una mano.
"El club tiene un lago donde se pierden miles de pelotitas y necesitaban a alguien que las sacara y nos ofrecimos", agregó Daniel. Este dúo se calza los traes de buceo y los tanques, y exploran las profundidades casi a ciegas porque el agua de los lagos es turbia. Se guían a base de tanteo y cuando encuentran una pelotita la ponen en una bolsa. Cuando está llena la dejan afuera y alguien las recoge. Hace dos años llegaron a sacar 2.750 en poco menos de una hora. Pero hasta el momento el récord lo tiene César, quien rescató unas 5.000 del lago del club de La Tahona.
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Las pelotas pertenecen a particulares, pero al caer al agua se dan por perdidas. Cuando los hermanos Barreiro las rescatan, las donan al club y son utilizadas para la escuela de golf de los niños.