Durante los 40 años de la carrera de Oliver Stone, el director nunca ha evitado las cuestiones controvertidas de la política estadounidense. Poca gente en su país natal le entiende, a tal punto que varios críticos trataron de 'reducir a las cenizas' algunos de sus filmes.
"Snowden es un tema delicado. Primero, yo también tenía dudas. Cualquier cosa pudo suceder. Era peligroso, podríamos ser hackeados y cortados", comentó Stone.
El artista explicó que después de los acontecimientos del año 2001 Estados Unidos alcanzó el nuevo nivel de patriotismo a causa de la "guerra contra el terrorismo", por lo tanto se hizo demasiado complicado hacer sus filmes.
"Hemos cesado de pensar. 'Snowden' es mi '1984' —obra distópica del escritor británico George Orwell—. Nunca pensábamos que esto iba a suceder. Pero sí sucedió. EEUU es un estado totalitario", profundizó.
Stone argumenta que Snowden no es una cinta política, sino un thriller intelectual. Contó que el mismo Edward inicialmente se comunicó con él con mucha cautela, pero después comprendió que tarde o temprano alguien iba a hacer una película sobre él.
"Valió la pena pese a todos los obstáculos. Filmé 'Snowden' por razones humanas. Contrarrestamos al gigante ", precisó.
El director expuso que hoy no se puede contradecir al Gobierno de EEUU. De todas maneras hace lo que quieren. Sobre las venideras elecciones presidenciales en su país, subrayó que ni Trump ni Clinton son candidatos serios.
"Hablan sobre cosas obvias y no dicen nada sobre la vigilancia, guerras y el cambio climático. Espero que esto no le dé igual a la gente", concluyó.