Los sospechosos, investigados en el ámbito de la Operación Hashtag, están detenidos en una cárcel de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul, y ahora la Fiscalía quiere que su detención se convierta en indefinida a la espera de que se celebre el juicio.
Los ocho fueron detenidos el pasado 21 de julio y están acusados de los delitos de promoción de organización terrorista y asociación criminal para organización terrorista, ya que habían jurado fidelidad al Daesh y pretendían captar integrantes en suelo brasileño.
En su petición para que sigan encarcelados el procurador Rafael Brum considera que los hechos imputados son "gravísimos" porque la organización internacional con la que colaboran tiene como objetivo "actos de destrucción masiva".
"Hay que destacar también que dada la ideología ciega del grupo la amenaza de atentados terroristas en suelo brasileño no se restringe únicamente a los Juegos Olímpicos", apunta el procurador.
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Brasil no tiene un historial de terrorismo y la primera ley antiterrorista del país fue impulsada por la expresidenta Dilma Rousseff como medida de prevención ante ataques terroristas.