Sin embargo, el Departamento de Defensa de EEUU es famoso por ser ineficiente, asegura Nik Bonopartis, autor del artículo para el diario digital Opposing Views.
El ejemplo más reciente de los gastos militares fuera de control viene del informe de junio de la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa. El documento dice que el Ejército de EEUU fabricó datos de la contabilidad de 6,5 billones de dólares para los gastos de defensa, según la CNN.
"¿Dónde va el dinero? Nadie lo sabe", afirmó a Reuters Franklin Spinney, analista militar retirado, citado por el autor.
Mientras tanto, la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, al igual que su homólogo republicano, Donald Trump, pidieron un aumento del gasto en defensa, señaló Reuters.
Todas estas sumas recaen sobre los contribuyentes estadounidenses, que se ven obligados a asumir esta enorme carga, señaló Crawford. La situación de los contribuyentes se ve agravada por el hecho de que el Gobierno de EEUU está pidiendo prestado dinero para seguir financiando esos esfuerzos.
"Incluso si EEUU deja de gastar en la guerra al final de este año fiscal", escribió Crawford, "los intereses de los préstamos solo para sufragar los conflictos bélicos continuarán creciendo a buen ritmo".