Según el reciente estudio de los científicos británicos y japoneses en el volcán de Sakurajima —ubicado en la prefectura de Kagoshima en la isla de Kyushu, al suroeste de Japón—, existe una reserva de magma creciente. Los científicos hallaron que la caldera de Aira abastece al volcán de Sakurajima con 14 metros de magma anualmente, una cantidad que puede llenar tres veces el estadio de Wembley en Londres.
El equipo contó que esta acumulación de magma puede causar una erupción semejante a la de 1914, la cual cobró la vida de 58 personas y resultó en inundaciones generalizadas en la localidad de Kagoshima, donde hoy en día habitan más de 600.000 personas.
"La erupción de 1914, la cual según las estimaciones tuvo una volumen de 1,5 kilómetros cúbicos, fue un evento masivo. Sabemos que tarda unos 130 años para que el volcán almacene una cantidad de magma para una erupción similar, lo que significa que estamos a unos 25 años", afirmó James Hickey, el autor principal del estudio.
Sakurajima, que tiene una altura de 1.117 metros, está ubicada a unos 50 kilómetros de dos reactores nucleares que fueron relanzados el año pasado tras reiniciar en Japón el programa de energía nuclear, suspendido después de la catástrofe en la central de Fukushima.
Por su parte, los expertos del equipo afirman que ya poseen la tecnología para predecir una próxima erupción gracias a los últimos descubrimientos.
Sakurajima forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se produce la mayoría de terremotos y erupciones de nuestro planeta. El monte Fuji —el pico más alto de Japón y uno de sus símbolos nacionales— se considera un volcán activo, no obstante no ha hecho erupción desde 1707. En septiembre de 2014, una erupción del monte Ontake, en la parte central del país, se cobró la vida de 57 personas.