"Va a demorar mucho en sanar esto, porque hay una herida muy profunda tanto en el Gobierno como en las cooperativas", declaró el minero.
Durante el conflicto —que se prolongó dos semanas— murieron además cinco mineros por impactos de bala y explosión de dinamita.
"Todos lamentamos la muerte de los mineros y del Viceministro. Luego de los acontecimientos de agosto, muchos mineros cooperativistas viven con miedo a ser detenidos por la policía", declaró Berdeja.
Berdeja explicó que cerca del 80% de las cooperativas mineras se vieron perjudicadas por la restricción de estos insumos necesarios para el trabajo en interior mina y que, "poco a poco, están normalizando su trabajo".
"El Gobierno ha entendido que nos estaba sometiendo a la prohibición de nuestro derecho al trabajo", afirmó.
Luego del conflicto, el Gobierno dispuso la reversión a manos del Estado de las concesiones mineras de aquellas cooperativas que habrían firmado contratos de riesgo compartido con empresas privadas naciones o extranjeras.
La crisis de agosto significó además la ruptura de un acuerdo político que el último decenio mantuvieron la cúpula de los mineros y el Gobierno de Morales.