"La responsabilidad política y moral por lo que ocurre en Afganistán es de los estadounidenses", dijo Kabúlov.
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El funcionario sostuvo que las tropas norteamericanas redujeron su presencia "sin resolver prácticamente ninguna tarea y, por el contrario, creando nuevos problemas".
La Casa Blanca, dijo, tuvo que admitir que el grupo terrorista Daesh (autoproclamado Estado Islámico) opera en Afganistán.
"Por fin EEUU ha mostrado una mayor seriedad en cuanto a la presencia de Daesh en Afganistán y es que hace medio año decía que se trataba solo de algunos elementos aislados".
A día de hoy el Pentágono mantiene 9.800 soldados en el país centroasiático.
La grave situación que vive Afganistán, señaló, aumenta la tensión en las naciones vecinas como Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán.
"Es evidente que incrementa la tensión y es que estos países que atraviesan suficientes problemas socioeconómicos tienen que gastar inmensos recursos para proteger sus fronteras con Afganistán", remarcó.
En todas estas repúblicas, añadió, "están presentes los seguidores de Daesh y de otras facciones terroristas que pueden recibir adoctrinamiento ideológico y militar por parte de elementos afganos".
Daesh aumenta su potencial militar en Afganistán
Daesh "sigue movilizando, reclutando y ampliando su potencial militar", dijo en una rueda de prensa celebrada en esta agencia.
Asimismo opinó que "si no se pone fin a esto ni se le detiene, el año que viene nos enfrentaremos a una fuerza más peligrosa".
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Kabúlov está convencido, sin embargo, que Afganistán logrará "sobrevivir" políticamente el año en curso, pero mencionó que la lucha contra Daesh podrá dificultarse si se aplaza al futuro.
"Según nuestras estimaciones, el núcleo de Daesh —los terroristas que luchan constantemente (en Afganistán) y tienen alto nivel de profesionalismo— son unas 2.500 personas", mencionó.
Especificó que entre ellas "hay muchos pastunes pakistaníes de la tribu de orakzai".
La participación de Rusia en el conflicto afgano
El funcionario también descartó que Moscú vuelva a enviar tropas a Afganistán.
"Una cosa está clara, los soldados rusos no van a combatir en Afganistán", dijo a RIA Novosti el enviado especial del presidente ruso para este país, Zamir Kabúlov.
Al mismo tiempo, Kabúlov mencionó que Rusia podría formar a los pilotos afganos, "si "encontramos las soluciones necesarias para enviar a Afganistán equipos más sofisticados, incluyendo la aviación".
Una de las opciones posibles, según el enviado especial, es "organizar la formación de tanquistas y otros militares en el territorio de Afganistán o en los países limítrofes que usan las mismas clases de armamento".
En 1979, durante la Unión Soviética, los militares rusos se implicaron en el conflicto interno de Afganistán enviando un contingente para apoyar a una de las facciones que disputaban el poder en Kabul.
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La intervención derivó en una guerra con los muyahidines que se prolongó hasta 1989.