"Estamos monitoreando de cerca la presencia de grupos afiliados a Daesh en Afganistán. Estamos trabajando conjuntamente con el Gobierno de Afganistán y con nuestros aliados en la región para prevenir que eso suceda. No queremos que ellos [Daesh] consigan un lugar seguro o apoyo material de los talibanes o de cualquiera", explicó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.
"Antes Daesh libró encarnizados combates contra el Talibán, pero durante los últimos dos meses no se han reportado enfrentamientos entre ellos", dijo Mohammad Zaman Waziri, comandante de las tropas afganas locales, a The Wall Street Journal.
Daesh, a pesar de que su brutalidad le ha hecho perder apoyo, continúa expandiéndose gracias al ofrecimiento de pequeños salarios en las zonas más pobres de la región.
"Es absolutamente claro que cualquier clase de cooperación entre los talibanes y Daesh puede debilitar la ya enclenque posición de Kabul", explicó el experto a Gazeta.ru.
Sin embargo, por ahora la ideología de los dos grupos es diferente. Mientras que los talibanes quieren que las fuerzas internacionales abandonen Afganistán y que se imponga la ley islámica, Daesh busca la imposición de un califato mundial. Y ninguno de los dos quiere entregar el control al otro.
Por ahora, The Afghanistan Times asegura que "los talibanes han declarado una guerra a gran escala contra el Estado Islámico" y los militantes talibanes están dispuestos "a eliminar a Daesh de Afganistán".