La Agencia Mundial Antidopaje (WADA) permitió a las tenistas norteamericanas Serena y Venus Williams tomar fármacos prohibidos con fines terapéuticos. Los documentos que lo corroboran se publicaron el 13 de septiembre en el sitio web del grupo Fancy Bears, que había 'hackeado' la base de datos de la WADA.
"Anunciamos el inicio de #OpOlympics. Vamos a contarles cómo se ganan las medallas olímpicas. Hackeamos las bases de datos de la Agencia Mundial Antidoping y nos sorprendió muchísimo lo que vimos", asegura la página web principal de los piratas informáticos.
Los documentos publicados por los hackers indican también que la gimnasta estadounidense Simone Biles en agosto de 2016 dio positivo de metilfenidato, pero evitó la suspensión y ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Además se revela que la baloncestista estadounidense Elena Delle Donne, la campeona olímpica de Río, también en agosto de 2016 dio prueba positiva de anfetaminas.
"Es solo la punta del iceberg. El deporte de hoy está realmente contaminado, el mundo sigue desconociendo el dopaje de un gran número de deportistas norteamericanos", concluyen los 'hackers' en su sitio web.
"El COI puede confirmar que las atletas mencionadas (en relación con el hackeo de la base de datos de la WADA) no han violado las reglas antidopaje durante la Olimpiada de 2016 en Río", aclara el comunicado del Comité.
A su vez, la WADA a través de un comunicado publicado en su web confirmó que hackers rusos accedieron a sus bases de datos.