La misma "situación desastrosa" se ha vivido en países como "Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia y Ecuador". Por eso ahora, EEUU ha abandonado los planes anteriores, sustituyéndolo "por uno alterno al neoliberalismo".
Según el autor, en materia de inversiones, EEUU no tiene "nada que pueda compararse a China o a los BRICS, y su banco de desarrollo".
Para Sader, los países de América Latina se han desarrollado más rápidamente al alejarse de EEUU y dar privilegio a la integración regional.
"Sus perspectivas están en mantener esa dirección, incluido un acercamiento en la relación con los BRICS y no con retomar políticas de libre comercio vinculadas con el modelo neoliberal", enfatiza el columnista.
"Estados Unidos no puede proponer modelos alternos porque sus intereses están directamente vinculados con los del capital especulativo a escala mundial, representados por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial", escribe el autor.
Mientras tanto, la geopolítica mundial se mueve en otra dirección, siendo la alianza BRICS un referente mundial, especialmente para un continente que debe "priorizar las políticas sociales y no ajustes fiscales, que concentran renta, excluyen a los más pobres, promueven el desempleo y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios".
"Retomar los modelos neoliberales, fracasados en los años 90 en Argentina y Brasil, significa reiniciar una recesión profunda y prolongada, ajustes sociales de exclusión social, Gobiernos autoritarios, crisis social que aísla a esos Gobiernos y moviliza a todos los sectores populares en contra de ellos", subraya Sader.
"La lucha entre la hegemonía neoliberal reforzada y la construcción de alternativas antineoliberales se reposiciona como el eje de los enfrentamientos económicos, políticos y sociales de nuestro tiempo en América Latina", concluye el experto, y "de su desenlace dependerá el futuro del continente en la primera mitad del siglo XXI".