Según el exasesor del secretario de EEUU para la Energía y director ejecutivo de la Iniciativa de Energía de la Universidad Rice, Charles McConnell, Irán quiere "tener suficiente espacio para maniobras" con las señales contradictorias que manda al mercado, porque en realidad el acuerdo "no corresponde con sus propios intereses", que radican en recuperar la industria.
El analista señaló que Teherán utiliza "una táctica política típica" expresando apoyo formal que no implica ningunas obligaciones.
Arabia Saudí y Rusia acordaron a principios de este mes emprender acciones conjuntas o en cooperación con otros productores de petróleo con el fin de estabilizar el mercado del crudo y garantizar un nivel estable de inversiones a largo plazo.
El presidente de Irán, Hasán Rohani, declaró que Teherán apoya cualquier medida destinada a la estabilización de los precios petroleros, a condición de que las cuotas para la extracción sean justas.
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Sin embargo, no renunció a su postura originaria de que no se puede discutir la congelación de extracción hasta que la producción petrolera iraní alcance niveles de antes de la crisis.