“El hallazgo de estos documentos revela que no hubo una modificación de la política o las estrategias de la inteligencia militar con el traspaso de la dictadura a la democracia en 1985. La inteligencia militar siguió operando igual”, dijo el periodista encargado de esta investigación en el semanario Brecha, Samuel Blixen, en una entrevista con el programa GPS Internacional de la agencia Sputnik.
“Lo más impactante es confirmar que la inteligencia militar tiene un alto grado de autonomía en Uruguay. Muchos de los objetivos que aparecen en los archivos del coronel eran miembros de partidos políticos democráticos que operan con total legalidad. Se espió e interfirió conversaciones telefónicas de altos dignatarios del gobierno de Jorge Batlle —del 2000 al 2005—. Se le ha hecho un seguimiento al actual presidente Tabaré Vázquez cuando fue alcalde de Montevideo —de 1990 a 1994—”, dijo Blixen.
Según Blixen no se modificaron las políticas ni las estrategias de inteligencia militar tras el regreso a la democracia y esto se prolongó en el tiempo hasta 2009. “Desde 1985, ninguno gobierno tuvo la voluntad política de reestructurar las fuerzas armadas y depurarlas de aquellos elementos que venían de la dictadura”, explicó Blixen.
El coronel Castiglioni “estuvo en cargos de inteligencia militar desde la dictadura hasta muy avanzada la democracia. Existe la sospecha de que utilizaba los documentos para chantajear, presionar o generar hechos políticos”, dijo el periodista de Brecha.
“Se podría pensar que como toda esta actividad clandestina fue realizada durante los gobiernos de izquierda, los partidos de derecha estarían dispuestos en avanzar en la investigación. Pero no creo que tengan ningún interés en hacerlo. No creo que el Gobierno esté dispuesto a meter mano aquí. El Gobierno quiere saber la verdad pero no quiere incomodar a los militares”, opinó Blixen.
La entrevista completa a Samuel Blixen, en el programa GPS Internacional de la agencia Sputnik, está disponible aquí.