Según comentó a Sputnik Nikita Daniúk, director del Instituto de Estudios y Pronósticos Estratégicos de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (RUDN, por sus siglas en ruso), los socios estadounidenses no planean cambiar su curso político en lo que respecta a la solución del conflicto sirio, ahora que llaman a Obama "un pato cojo".
"Cuando llegue al poder la nueva administración de EEUU, Washington podría cambiar su política en Siria. Pero, estratégicamente, no está interesado en la resolución de la crisis de ese país en un futuro próximo", agregó.
En lo que se refiere a geopolítica y seguridad, se puede comparar la Cumbre de Hangzhou con la Cumbre de 2014 celebrada en Australia, durante la que los medios occidentales especularon sobre el aislamiento político de Putin, de acuerdo con el experto.
Dos años después, la situación ha cambiado drásticamente. Ahora, los líderes de las potencias mundiales, entre ellas, EEUU, el Reino Unido, Alemania, Francia y Turquía, demuestran su disposición a dialogar con Rusia.
"Entienden muy bien que cualquier problema global relacionado con la economía, seguridad y terrorismo no se puede resolver sin la participación de Moscú. Esta Cumbre debe considerarse como un paso más, una señal de que Rusia sigue siendo un jugador muy importante en la arena global".
Esta opinión es compartida por Armen Oganesián, redactor en jefe de la revista Mezhdunarodnaya Zhizn (Vida Internacional), quien subrayó que "los países del G20 dibujaron una línea gruesa debajo de todas las especulaciones sobre la necesidad de aislar a Rusia". Al comentar la reunión de Putin y Obama, agregó que a pesar del deseo de Obama de llegar a un consenso en el conflicto sirio, en primer lugar, se centra en atraer votantes al Partido Demócrata antes de las elecciones presidenciales en EEUU.
Con respecto a la reunión de Putin con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que el Gobierno británico está abierto al diálogo con Rusia y que "la parte británica ha reafirmado que está dispuesta a negociar los asuntos que son de interés para ambas naciones".
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El mandatario ruso celebró una reunión con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para discutir la crisis siria así como normalizar las relaciones entre Moscú y Ankara que se deterioraron tras el derribo del Su-24 ruso por los militares turcos. Actualmente, Turquía está aislada tanto de Washington como de Bruselas, así que la reunión con Putin resultó ser de mucha importancia para Erdogan. Además, el mandatario ruso se reunió con la canciller de Alemania, Angela Merkel, los presidentes de Francia, China, Argentina y Egipto, así como el rey de Bahréin y el príncipe heredero de Arabia Saudí.