En un extracto de la entrevista con el programa Good Morning difundido por el canal estadounidense, la candidata oficialista responde a la pregunta sobre si aceptará la invitación del mandatario mexicano, antes de los comicios del 8 de noviembre.
"No. Voy a continuar enfocando en lo que estamos haciendo para crear empleos en casa y lo que estamos haciendo para asegurar que los estadounidenses tengan mejores oportunidades posibles en el futuro", replicó la exsecretaria de Estado norteamericana.
El magnate neoyorkino se apresuró a viajar a México el 31 de ese mes, el miércoles de la semana pasada, en un encuentro que terminó en una amarga polémica sobre quién pagaría el muro que el magnate quiere construir en la frontera de ambos países, y versiones contradictorias sobre lo que se habló en la residencia presidencial mexicana de Los Pinos, que Clinton describe como un incidente diplomático bilateral.
La entrevista
El republicano comenzó el enredo en la conferencia de prensa conjunta con Peña Nieto cuando dijo que el tema de quién pagaría el muro no había sido discutido.
El presidente mexicano guardó silencio cuando Trump tuvo el intercambio con periodistas estadounidenses, pero tres horas después lo desmintió en su cuenta de Twitter, afirmado que le dejó claro en la reunión privado que México no pagaría por muro alguno.
Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 31 de agosto de 2016
El candidato viajó directamente de la Ciudad de México a un discurso en Anaheim sobre su política migratoria, donde se burló de sus anfitriones: "Los mexicanos pagarán 100% por un alto y hermoso muro, pero ellos todavía no lo saben", se reía el magnate solo horas después de ser recibido.
Ese intercambio, junto con categórico desmentido en una entrevista nocturna de un enfático Peña Nieto desmintiendo a su invitado estadounidense fue interpretado por Clinton en la cadena ABC, como "un incidente diplomático".
Trump "salió diciendo una cosa y el presidente mexicano le contradijo casi inmediatamente; ni siquiera sabía cómo comunicarse efectivamente con un jefe de Estado", contraatacó Clinton.