Según explicó el abogado de la víctima al diario peruano, este no es un caso aislado, sino que forma parte de una serie de reuniones que se realizan desde hace cuatro meses en diferentes inmuebles y que son organizadas a través de las redes sociales.
"Este tipo de reuniones llamadas 'privaditas', eran organizadas por adolescentes y mayores de edad en el domicilio del menor infractor. La modalidad era captar a jóvenes de familias disfuncionales y que vivían solas. El objetivo era beber alcohol (mezclar caña con jugo), bailar, en algunas ocasiones drogarse, para posteriormente realizar orgías. En algunas ocasiones, los actos eran filmados por los propios participantes, que en su mayoría eran adolescentes", explicó.
También se supo que algunos de los implicados ya habían sido denunciados por hechos similares, aunque muchas de las víctimas no denuncian a sus agresores por miedo o vergüenza.
Mientras tanto, la joven que grabó el hecho afirmó que "se les pasó la mano" y dijo no saber "por qué no ayudó a su compañera".