Durante su reciente visita a Estocolmo, el vicepresidente norteamericano, Joe Biden, hizo una "advertencia" a la Unión Europea en relación con el gasoducto Nord Stream 2, diseñado para facilitar el suministro de gas desde Rusia a Europa a través del mar Báltico, por lo que no será necesario el tránsito por Ucrania, el cual ha calificado como "un negocio claramente malo".
"Solo llevará a una mayor dependencia europea de Moscú en materia de suministros de recursos energéticos", apuntó Biden, citado por ABC.
Uno de los objetivos del encuentro del alto funcionario estadounidense con el primer ministro sueco, Stefan Lofven, fue el de presionar a Estocolmo y disuadirlo de participar en el proyecto.
"Ningún país puede utilizar sus recursos naturales como arma y así imponer su política a otros países", aseveró Biden, haciendo una clara referencia a Rusia.
El periodista de Hamshari cita algunos medios que explican que la postura intransigente del vicepresidente de EEUU se debe a sus "motivos personales", ya que su hijo, Robert Hunter Biden, es miembro del consejo de directores de una empresa privada energética de Ucrania.
El gigante ruso Gazprom satisface, por el momento, un tercio de las necesidades europeas de gas. A su vez, el proyecto Nord Stream 2 es concebido como garante de la seguridad energética de Europa, afirmó en mayo el canciller ruso, Serguéi Lavrov.