"Es imposible hablar solo de resolver las cuestiones políticas sin crear una base económica para la colaboración; es necesario hacer que los ciudadanos sientan el efecto positivo de la solución de estas cuestiones políticas para que la colaboración aumente el bienestar de ambas naciones", dijo Shuválov.
Durante la reunión los mandatarios acordaron continuar las consultas sobre el tratado de paz, asignatura pendiente desde el fin de la II Guerra Mundial.
Lea también: ¿Han pasado página Rusia y Japón sobre las Kuriles?
"Lo que vemos ahora en el marco del Foro Económico Oriental es una iniciativa seria de la parte japonesa" para impulsar la colaboración bilateral, confirmó Shuválov.
Asimismo, recordó que en su anterior reunión, que tuvo lugar en Sochi en mayo pasado, Abe propuso a Putin un plan de ocho puntos para el desarrollo de la cooperación entre los dos países en diversos ámbitos.
"Nosotros en el Gobierno siempre nos basamos en el mensaje principal de nuestro presidente, su directriz es la siguiente: estamos dispuestos a desarrollar las relaciones con nuestros socios tanto como estén dispuestos a hacer nuestros socios japoneses, por eso a todas sus iniciativas responderemos con un trabajo práctico para lograr resultados", explicó Shuválov.
El vicepresidente del Ejecutivo resaltó que la colaboración con los países de la Cuenca del Pacífico es una de las prioridades para Rusia.
"Ahora lo más importante es concentrarnos en la puesta en práctica de estos proyectos, debemos ver los resultados concretos, pero si en algún momento la parte japonesa vuelve a decir 'Sí, estamos dispuestos, lo hemos preparado todo, pero que primero solucionen la cuestión territorial', es poco probable que se logre algo", advirtió.
Tokio condiciona la firma del tratado de paz a la devolución de los llamados territorios del Norte, cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) que reclama a Rusia alegando el Tratado de Comercio y Fronteras de 1855.
Moscú, a su vez, señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética en virtud de acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.