Tanto es así que, año tras año, estas regiones prometen más y más oportunidades de crecimiento económico, atraen un mayor número de inversiones extranjeras, proyectos energéticos e infraestructuras para los países que deseen iniciar sus negocios allí.
De hecho, casi la mitad de estas regiones albergan ya proyectos económicos de cooperación con países de su entorno y estos, a su vez, apuestan por establecer en esa área del Lejano Oriente ruso sus empresas.
Alexandr Galushka recordó que ya son 122 las inversiones que sostienen el puerto económico de Vladivostok.
"Queremos suprimir los visados a aquellos extranjeros que deseen iniciar sus negocios en nuestras regiones", declaró durante el Segundo Foro Económico Oriental.
Japón es el ejemplo perfecto de esta tendencia a trasladar el centro de las operaciones económicas extranjeras al Lejano Este ruso. Tadashi Maeda, director del Banco de Cooperación Internacional de Japón, aseguró que, "tras el Brexit, el centro de gravedad de la economía mundial se ha trasladado de Occidente a Oriente y a las regiones del Pacífico".
"El potencial del Este ruso es perfecto para establecer nuevas infraestructuras y la actividad de nuestras empresas. Nuestro banco está dispuesto a financiar proyectos en estas regiones y a reforzar las relaciones económicas", reveló Maeda.
La empresa energética nipona JGC es otro ejemplo de esta apuesta por Rusia. Su director, Masayuki Sato, está seguro de que las regiones del Lejano Este del país eslavo ofrecen todo aquello que Japón necesita, como gas natural, petróleo y oro. La compañía instaló su centro de operaciones en la región de Jabárovsk. Masayuki Sato confía en que su encuentro durante el Foro Económico Oriental con Shinzo Abe y el presidente ruso, Vladímir Putin, dé paso a nuevas oportunidades para el crecimiento de las relaciones económicas entre Rusia y Japón en la región.