Los autores del artículo consideran "absurdas" las afirmaciones acerca de que el líder ruso, Vladímir Putin, se ha puesto como meta restaurar la Unión Soviética. El problema principal en las relaciones con Moscú es el "total desentendimiento" de Occidente sobre cuáles son los intereses reales de Rusia.
Además, la costumbre de utilizar palabras como democracia, Estado de derecho o derechos humanos, como pretexto para realizar injerencias selectivas, ha deteriorado la credibilidad en esos propios valores.
"Putin se protege de los intentos de Occidente de derrocarlo y se opone al código de 'valores europeos', en los que ve una herramienta política", opina EurActiv.
La publicación afirma que "si bien Rusia modificó fronteras, presentarlo todo de forma primitiva como o blanco o negro es inadecuado, después de los bombardeos de Serbia [por la OTAN] y el reconocimiento de Kosovo".
De acuerdo con EurActiv, "el incremento de tensiones políticas mediante sanciones y la escalada verbal no conducen a ninguna parte". Rusia ha experimentado y sobrevivido a retos de mucha mayor envergadura que las sanciones económicas, recuerda la publicación. Al mismo tiempo, sin el país eslavo, a Europa se le hará muy difícil solucionar los problemas con los que tiene que lidiar hoy en día, como el terrorismo, el cambio climático, la guerra civil en Siria y el tráfico de drogas.
Todo esto resulta imposible mientras que las prácticas de "demonización" de la Federación de Rusia no lleguen a su fin. Solo entonces Rusia podrá recuperar la fe en los verdaderos valores europeos, concluye EurActiv.