Los especialistas indican que las naves tripuladas aún están lejos de la perfección, por lo que la NASA tendrá que seguir optando por las Soyuz rusas, señala el periódico. La agencia estadounidense viene utilizando los servicios de transporte espacial ofrecidos por Rusia desde 2011, cuando puso punto y final a su propio proyecto de transbordador, el Space Shuttle.
En 2014, la Agencia firmó acuerdos con las compañías Boeing y SpaceX. Pero los programas comerciales se están desarrollando con retraso, tal y como se afirma en el informe presentado poco antes de que el cohete Falcon 9 de SpaceX explotara en la plataforma de lanzamiento de cabo Cañaveral.
No está claro si este fallo va a frenar aún más el programa espacial de las empresas, señala el periódico, sin embargo, este es ya el segundo incidente de este tipo que se produce en los últimos 15 meses, lo que aumenta las dudas sobre su capacidad para transportar personas hacia el laboratorio orbital.
"A pesar del optimismo de los contratistas, de acuerdo con los resultados de la auditoría, consideramos poco probable que Boeing y SpaceX puedan realizar un vuelo tripulado con destino a la EEI hasta finales de 2018", concluye el inspector general.
En el pasado, una de las razones principales de la demora fue la falta de financiación. Pero ahora, los especialistas consideran que la causa del retraso son los problemas técnicos que están afrontando las naves espaciales comerciales.