La Liga de Deportes Electrónicos (ESL), una de las organizaciones con más peso en la organización de esta clase de eventos, empieza a plantearse seriamente establecer un programa antidopaje ante la creciente popularidad entre los jugadores de las conocidas como 'drogas inteligentes' o potenciadores cognitivos.
Un ejemplo es el Adderall, una sustencia psicoestimulante que combina anfetaminas, dextroanfetaminas y levoanfetaminas y que es empleada principalmente para tratar el trastorno por déficit de atención por hiperactividad.
El año pasado, varios jugadores profesionales del popular videojuego Counter Strike admitieron estar bajo los efectos de esta droga durante un torneo celebrado en Polonia. La ESL reconoció entonces que el dopaje había pasado a ser un problema que afectaba también al mundo de los videojuegos y que era necesario controlar el uso y consumo de estas sustancias.
El desarrollo de una nueva política antidopaje en esta clase de eventos sigue siendo poco más que una idea. La cafeína y la melatonina también son consideradas como parte de esta familia de sustancias y, por tanto, se espera que su regulación tarde en ser consensuada.