Al menos así lo demuestra un nuevo estudio realizado por Alberto Posse y sus colegas de la Universidad RMIT, que ha sido publicado en el International Journal of Communication y recoge datos de cerca de 12.000 adolescentes en 772 escuelas de Australia.
Según el propio Posse, esto puede explicarse con que, lejos de los estereotipos populares, los videojuegos didácticos requieren habilidades de lectura rápida, análisis y obligan al jugador a resolver problemas usando la lógica y el pensamiento deductivo.
"Está bastante documentado que el uso de estos juegos puede reforzar habilidades existentes aprendidas en clase y ayudar a los usuarios a utilizar los números y la lógica, como si estuvieran estudiando, pero sin darse cuenta", continúa Posse.
Vale la pena señalar que, de acuerdo con este mismo estudio, no todos los tipos de actividad en las redes pueden ser útiles. Los jóvenes que pasan su tiempo en las redes sociales corren el riesgo de acabar cayendo hasta 20 puntos en matemáticas.
¿La razón? Los investigadores señalan que la mayoría de las publicaciones en Facebook y otros medios están simplificadas al máximo y no requieren ningún conocimiento o actividad mental, de manera que no 'entrenan' la mente y no resultan beneficiosas para la habilidad cognitiva.