"La primera semana (del viaje) vamos a discutir con miembros como Dinamarca y Finlandia para insistir en que nos apoyen en este requerimiento de la firma", comentó el funcionario, quien además tiene la intención de reunirse con el Consejo de la Unión Europea.
Sin embargo, a las autoridades también les preocupa que la firma se dé en un tiempo muy cercano al fin de año, pues si el convenio se sella "muy cercano a diciembre, la ratificación para este año queda muy corta".
La ratificación es el siguiente trámite que debe cumplir el acuerdo para entrar en vigencia y, según cálculos del Gobierno ecuatoriano, podría darse en el primer trimestre de 2017, y para ese momento los productos nacionales no contarían con las preferencias arancelarias que vencen en diciembre de este año.
La comitiva estará encabezada por el vicepresidente de la República, Jorge Glas, quien viajará unos días después que el ministro de Comercio Exterior con el fin de mantener diálogos de primer nivel con representantes de varias naciones.
Por su parte, Patricio Carrasco, vocero de los exportadores, respaldó la gestión del Gobierno y señaló que los empresarios no tienen "un plan B", ya que para ellos "existe un solo plan y ese es el que estamos impulsando a través de las autoridades".
Es por eso que consideran que lo fundamental es que "hay una agenda y que el sector exportador va a seguir cumpliendo con los mercados" a los que vende sus productos.
El 30% de las exportaciones no petroleras ecuatorianas se dirigen a la Unión Europea y en 2015 estas sumaron 2.019 millones de dólares.
Los trámites finales incluyen la ratificación por parte del Parlamento Europeo y de organismos ecuatorianos como la Corte Constitucional y la Asamblea Nacional.