"Nos indican que podría darse la última semana de noviembre, el plazo que nos queda para la ratificación pudiera resultar corto", dijo el funcionario en la radio guayaquileña Élite.
Ecuador no tiene otra opción porque "no puede haber plan B para la firma, debemos lograr la firma del acuerdo comercial este año", subrayó el funcionario.
El principal obstáculo que afronta el Ecuador es el tiempo, ya que se esperaba concretar la firma en octubre y la ratificación en diciembre.
"La firma del acuerdo significa que estamos del otro lado, (mientras que) la ratificación (significa) que acabamos el trámite con la aprobación de los parlamentos", agregó Cassinelli.
El afán de Ecuador radica en que a partir de enero de 2017 sus productos no contarán con las preferencias arancelarias otorgadas por el bloque europeo, lo que significará un importante golpe a los exportadores del país.
"No tengo la menor duda de que vamos a firmar el acuerdo, pero, si no lo firmamos este año, perdemos mercado, perdemos preferencias arancelarias", argumentó Cassinelli.
El ministro aseguró que el Gobierno ha acelerado la resolución de asuntos que la UE consideraba irritantes y que dilataron el proceso.
"Desde hace año y medio se vienen tratando algunos temas conflictivos e irritantes alrededor de 12 o 13 temas y hemos acelerado mucho la solución de lo que podemos solucionar; hemos avanzado", indicó el secretario de Estado.
Según la Federación de Exportadores, en los primeros tres años de vigencia del acuerdo las exportaciones ecuatorianas podrían aumentar en 500 millones de dólares.
Cassinelli tiene previsto viajar junto con el vicepresidente Jorge Glas a la sede de la Comisión Europea en Bruselas el 12 de septiembre para acelerar los trámites.
Los paseos finales incluyen la ratificación del acuerdo por parte del Parlamento Europeo y de organismos ecuatorianos como la Corte Constitucional y la Asamblea Nacional.