"Es una decisión incomprensible, no se había presentado nunca una situación así para la diplomacia mexicana, donde un candidato norteamericano que va hacia abajo en las encuestas y ha ofendido a los mexicanos, sea invitado por un presidente", dijo que el político independiente e intelectual que fue canciller durante el gobierno de Vicente Fox (2000-2006).
"Trump, desde hace un año ha venido ofendiendo a los mexicanos en EEUU, y es insólito que sea invitado por el presidente de México, que él mismo se anuncie solo, casi sin avisar, y utilice la visita para sus fines electorales", considera el autor de "La utopía desarmada" y de "The Estados Unidos Affair. Cinco ensayos sobre un amor oblicuo", entre 16 libros más.
El exjefe de la diplomacia mexicana, también hijo de un excanciller homónimo que trabajó para negociar la paz en Centroamérica, durante la pasada Guerra Fría, dijo que la visita "es puramente electoral, Trump la buscó para mostrar que es bien recibido por los jefes de Estado del mundo incluyendo un país importante para EEUU", y una de las dos mayores economías latinoamericanas.
Error diplomatico y político
Ha sido un error del mandatario mexicano invitar a los dos principales aspirantes a venir a México, prosigue el profesor de la Universidad de Nueva York, entre otras, y más aun "convertir una visita en la tabla de salvación" del polémico magnate ultraconservador.
Castañeda, que ha venido despuntando como candidato independiente con casi 20 por ciento de preferencias en los sondeos, afirma que si estuviese al frente de la decisión presidencial "jamás hubiera invitado a Trump, no es buena idea, habría buscado a los dos contendientes", dice el autor de "El misterio de los mexicanos", sobre la identidad y cultura política de su país ante EEUU.
Lo más importante habría sido decir públicamente desde un principio, hace un año, que es un asunto interno —señala, pero expresar a la vez "una postura clara, de que los planes de Trump y sus posturas anti-mexicanas no son consistentes para tener una buena relación de dos países vecinos con una larga historia como México y EEUU".
El interés de México, que tiene un acuerdo de libre comercio, con el cual ha disparado el comercio bilateral a más de 530.000 millones de dólares anuales, amenazado por el republicano igual que los migrantes, debe ser "que el pueblo de EEUU sepa que si esos pronunciamientos de Trump se convierten políticas de Estado no van a ser conducentes con la relación histórica bilateral".
La izqueirda repudia la presencia de #Trump en #México por su "odio y mentiras" https://t.co/WsKLaNjEM0 pic.twitter.com/mrsrOEWw2e
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) August 31, 2016
Un presidente que busca defender los intereses de los mexicanos, como argumenta Peña Nieto sobre el diálogo inesperado, "no hubiera hecho un acto proselitista para ayudar a Trump, a solo dos mese de la elección", puntualiza el autor.
Lea más: Trump reitera la promesa de levantar un muro en la frontera con México
El único antecedente de la vista de Trump fue la de John McCain, recibido por Felipe Calderón en 2008, cuando fue el candidato perdedor ante el demócrata Barack Obama, pero cuyas políticas nunca fueron una amenaza para México.