"EEUU inscribió en su coalición militar aérea a 62 estados. Pero, en realidad, solo cinco o seis miembros activos realizan los bombardeos junto con los norteamericanos. Esto irrita a Washington, puesto que la participación de la Alianza en la guerra contra Daesh y otros grupos extremistas resulta ser solo formal. Para mejorar esta situación, se concibieron las maniobras en la República Checa", aseguró.
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El interlocutor de Sputnik resalta otro importante detalle: por primera vez en la historia de la Alianza Atlántica, la gestión de los entrenamientos de Ample Strike 2016 corre a cargo de generales europeos.
"Por lo visto, así es como EEUU quiere subrayar su distanciamiento respecto a las maniobras de las Fuerzas Aéreas europeas, fingiendo no tener nada que ver con las mismas".
Refiriéndose a la reacción de las autoridades rusas a los ejercicios militares de la OTAN, Baranets ha señalado que, a diferencia de Occidente, al que atenaza el pánico cada vez que Rusia lleva a cabo semejantes actividades, el Kremlin está tranquilo.
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Al mismo tiempo, el analista lamentó la participación de la República Checa en Ample Strike 2016, teniendo en cuenta la cercanía de los aeródromos a zonas densamente pobladas.
"En el caso de un país tan pequeño, entrenamientos aéreos con 30 o incluso simplemente 15 aviones de combate son muy peligrosos para los ciudadanos", alertó.