"A decir verdad, pienso que no", contestó Churkin a una pregunta de periodistas, justificando que el informe "no contiene nombres, detalles específicos, 'huellas dactilares'".
Al mismo tiempo, el diplomático ruso señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU "continúa analizando el informe".
Según agregó Churkin, los datos citados en el documento "despiertan serias dudas".
"Es muy posible que hayan sido fabricados por las fuerzas opositoras a Damasco y por las organizaciones terroristas, tal vez con ayuda externa", manifestó el embajador ruso.
Denunció además que la "arbitrariedad política" de algunos miembros del Consejo de Seguridad llevó a "perder al menos dos años" en la lucha contra el terrorismo químico en Oriente Próximo.
A su vez, el representante permanente de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari, declaró a la prensa que las "conclusiones del informe en su totalidad se basan en declaraciones de testigos enviados por grupos terroristas".
"Estas conclusiones no tienen ninguna prueba física", añadió Jaafari.
El Consejo de Seguridad celebró este martes una reunión en la que debatió el documento.
Varios países, incluidas Francia y Gran Bretaña, miembros permanentes del organismo, exigieron imponer sanciones contra Damasco.