El Gobierno confía en que el "Sí" por la refrendación de los acuerdos saldrá victorioso en el plebiscito, dijo el jueves el jefe negociador Humberto de la Calle.
De ser así las FARC podrán conformar su propio partido y participar en política, pero no de inmediato y tampoco tendrán acceso a curules "exprés" en el Congreso, como aseguraron algunos partidos de oposición en su intento de restarle legitimidad al proceso.
Mientras eso ocurre, el grupo insurgente tendrá seis personas con voz pero sin voto, que no van a legislar, solo participar en las discusiones que se surjan en el Congreso de la República.
"Se trata de ciudadanos en ejercicio, es decir, personas que no tienen suspendida la ciudadanía como consecuencia de condena penal o sanción disciplinaria, y que no se encuentren en armas", ha explicado el Gobierno, que sostiene que los voceros "serán designados por la agrupación política" que nazca del fin de las FARC como grupo armado.
De acuerdo con lo acordado, "el nuevo partido sólo será reconocido luego de terminado el proceso de dejación de las armas", el cual tomará 180 días después de la firma protocolaria de los acuerdos, prevista entre el 20 y el 30 de septiembre.
Además, la organización deberá ajustarse a los requisitos que exige la ley para la creación de un partido, como estatutos y plataforma política.
Otro escenario
Para ellos el acuerdo final de paz busca que los exguerrilleros puedan contar con condiciones que les faciliten generar proyectos de vida dentro de la civilidad.
Para ello contarán con atención a los derechos en salud, acompañamiento psicosocial, educación y reunificación de núcleos familiares, así como apoyos económicos y respaldos para la creación de proyectos empresariales propios.
En este marco, cada excombatiente de las FARC recibirá durante 24 meses una renta básica mensual de 620.000 pesos (unos 210 dólares), la cual se empezarán a otorgar una vez culmine el proceso de dejación de armas.
Asimismo, cada excombatiente tendrá derecho, también por única vez, "a un apoyo económico para emprender un proyecto productivo por la suma de ocho millones de pesos (unos 2.722 dólares)".
De acuerdo con el Gobierno, las medidas de reincorporación acordadas entre las partes a lo largo de cuatro años de negociaciones en La Habana buscan facilitar la transformación de las FARC y sus integrantes en actores dentro del sistema democrático y la vida civil en general.
Así, después de más de medio siglo de conflicto armado interno, Colombia se alista para un nuevo escenario social y político, en el que las armas de las FARC se silencian en las selvas para dar voz a una lucha política en las sillas del Congreso.